Escribir alivia el alma de niños, adolescentes y adultos.


Es soñar con los ojos abiertos.


Jugar en un mundo inventado.


Recrear la imaginación dormida.


lunes, 14 de junio de 2010

LA CIGARRA Y LA HORMIGA




Era un día de verano y una hormiga caminaba por el campo recogiendo granos de trigo y otros cereales para tener algo que comer en invierno. Una cigarra la vio y se sorprendió de que fuera tan laboriosa y de que trabajara cuando los demás animales, sin fatigarse, se daban al descanso.
La hormiga, de momento, no dijo nada; pero, cuando llegó el invierno y la lluvia deshizo el heno, la cigarra, hambrienta, fue al encuentro de la hormiga para pedirle que le diera parte de su comida. Entonces, ella respondió: "Cigarra, si hubieras trabajado entonces, cuando yo me afanaba y tú me criticabas, ahora no te faltaría comida."
MORALEJA:
Cada uno debe aprender a responder de su propia conducta.

No hay comentarios: